NAVIDAD ¿PARA QUÉ?
Para tener muchos juguetes dice inocentemente Juanito que ve una muñeca en brazos de su hermanita como regalo adelantado. Para parrandear lo más posible dice Luly que perdió 8º Grado y quiere apagar la frustración con algo que no dé en qué pensar. Para tener un alto en mi carrera universitaria, que bastante me está costando y estoy extenuado, dice Jaime que está en Tercero de <Ingeniería. Para cobrar el aguinaldo, dice el Sr. Restituto que tiene varias deudas. Para hacer una gira por el Extranjero dice el Sr. Veremundo
Bien, bien, pero todo eso se puede hacer en cualquier tiempo, sea o no, Navidad. Lo que no podemos dejar de pensar es cuál es el origen de toda esta bulla navideña y sobre todo que ese origen dé sentido a lo que vamos a hacer en esta Navidad y a lo que vamos a ser en nuestra vida.
Sí amigo, tú, como yo, siendo creyentes necesitamos tranquilizarnos y pensar que Jesús es el origen de todo; y que vino a decirnos dónde están los bienes que nos ayudan y los males que nos perjudican, y como hermanos, nos hagamos felices los uno a los otros. Busquemos ser felices y sobre todo no nos olvidemos de los salvadoreños, que son muchos, que eso de juguetes, dulces, diversión, aguinaldo y viajes, nunca lo han probado.
Volvamos a lo de Navidad: ¿Verdad que si decimos que es un tiempo santo muchos se echan a reír? En la medida que más nos apartamos del origen histórico y religioso que puso centro a la Historia, más fuerte será la carcajada.
Veamos un poco de información: En el siglo IV San Patricio, obispo de Barcelona, hablaba de máscaras paganas en los meses de Diciembre y enero; o sea que el relajo de paganizar lo religioso hace mucho tiempo que fue inventado. Hacia el año 345 d.c. ya se celebraba la Navidad en Occidente y el 6 de enero en oriente. Después en Occidente se celebró también el 6 de enero como fiesta de los Reyes Magos y en oriente el 25 de Diciembre como día de Navidad
San Juan Crisóstomo, San Gregorio Nacianceno y San Basilio motivaron la celebración del nacimiento de Jesús que había de marcar el centro de la Historia humana. Pero esta celebración ha tenido que sufrir muchas infiltraciones y desviaciones que van contra el origen auténtico proclamado en el Evangelio.
Veamos algunas desviaciones: Papá Noel: Investigando historia, parece que se trata de un obispo de Licia en lo que hoy es Turquía y que la Iglesia lo declaró santo, Ahora bien, hay un sin fin de leyendas no comprobadas que han hecho de San Nicolás un personaje ilusorio, con capacidad de entrar hasta por la chimenea en la casa. La superficialidad social ha ido transformando la persona de San Nicolás en un personaje grotesco, vestido de rojo con una capucha, barba blanca abundante y exagerado de cintura; estas características son muy apropiadas para llamar la atención, (no la devoción) y convertirlo en símbolo comercial de este tiempo, y los niños puedan pedir muchas cosas a Santa Claus pero pagando sus papás. Y con esto, el tiempo religioso de Navidad queda convertido en comercio y negocio para unos y en compra de cosas superfluas para otros.
En países mediterráneos sustituyeronla fe en Poseidón, dios del mar, por la veneración a San Nicolás. Y en el Norte de América, bombardean el Pesebre de Belén con el importado mediterráneo Sinter Klaas que se convirtió en Santa Claus, que con mucha inercia, lo importamos ahora nosotros.
Y, ¿Entonces qué? Pues que seamos congruentemente históricos y vivamos lo que creemos más que lo que salta a nuestros ojos en la T.V. y en los parque donde embaucan a los niños.
Otra cosa son los belenes o representaciones del Nacimiento de Cristo. son más congruentes con la fe y con la historia. La costumbre de los nacimientos fue establecida por San Francisco de Asís en Greccio, Italia, con personajes vivientes. Santa Clara lo difundió en Italia, sobre todo en el reino de Nápoles, De ahí pasó a España y de aquí a América situándose hoy donde quiera que esté establecida la Iglesia Católica.
¿Y qué más? Que los cristianos podemos llegar al pensamiento de Juan Pablo II, persona exenta de toda cizaña y comercialización y que expresaba en la Navidad anterior a su muerte lo siguiente: Este tiempo une a Dios y al hombre para siempre y enciende de nuevo la esperanza y el asombro, asegurando el triunfo del amor sobre el odio, la vida sobre la muerte. Por eso en estas Navidades muchos cristianos permanecen felices y oran. La Familia Cristiana en el silencio esplendoroso de Navidad, escucha a nuestro Dios que se hizo semejante a nosotros. Y la voluntad del Mesías de haber nacido pobre, fue que nosotros acabáramos con la pobreza. Para todo esto es la Navidad.