UN AÑO NUEVO CON LAS BENDICIONES POR ADELANTADO
Asistiendo a la última misa del año, el 31 de diciembre en una iglesia de Mejicanos, oí decir al padre que oficiaba, en su homilía, que las bendiciones del Señor, para cada uno de nosotros se nos dan por adelantado. Es decir , que no necesitamos tanto pedir bendiciones, porque ya el Señor ha previsto nuestras presentes y futuras necesidades y nos las ha enviado ya para salir airosos en las dificultades.
Lo que importa, decía el sacerdote, es saber qué hacemos con esas bendiciones.Qué tanto utilizamos esos bienes, ya regalados por anticipado, para aplicarlos a los retos que el nuevo año vaya presentándonos.
Lo que no querrá decir que no necesitemos pedir; pero sí es más eficaz evaluar el uso de esas bendiciones que siempre las tendremos.
Dios, que es Padre y sabe nuestras necesidades y limitaciones , no es de los que llegan tarde en nuestra ayuda..La tenemos antes de que la necesitemos.
Interpreto de que no debemos inculpar a Dios de nuestros fracasos y frustraciones, pues, siempre contamos con su ayuda; sino a nosotros por no haber hecho buen uso de las gracias recibidas como solución a nuestras dificultades.
Otra experiencia gratificante que experimenté , fue en otra parroquia de la capital asistiendo a la primera misa del primer día del año nuevo. Era una misa llamada "para niños".El sacerdote oficiante pidió a todos los niños asistentes a la misa en el momento de la homilía, acercarse al altar para recibir un encargo muy original.
Se trataba de entregar unas botellitas de agua bendita a cada uno de los asistentes a la Eucaristía.
Sentí la mano bondadosa del Señor, cuando un niño se me acercó, me entregó la botellita del agua bendita y me hizo con su manita en mi frente la señal de la cruz, diciéndome al mismo tiempo: "Recicbe la bendición del Señor para el año nuevo 2012".
Regresé satisfecho y contento a casa, a degustar el sabroso almuerzo de año nuevo, después de sentir con ese gesto infantil, que se me estaban entregando todas las bendiciones que iré a necesitar para el nuevo año.
Y es que Dios, siempre se adelanta a nuestras peticiones y necesidades.
Creo haber iniciado un nuevo año con pie derecho, después de esa bendición inocente del niño que dibujó en mi frente el signo del cristiano. El me recordó que a Dios siempre lo tendremos con nostros, ejerciendo la función de Abbá, Padre.
Que este año sea colmado de bendiciones y que sepamos administrarlas para nuestro crecimiento humano y espiritual y el de las personas con quienes nos relacionemos en este nuevo año, 2012.