EL PRIMER AMOR ESPIRITUAL
El primer amor, es el más penetrante, el más impactante, el que nunca se olvida.
PRIMEROS AMORES:
El amor a la madre. Es un amor de reciprocidad en respuesta a su amor primero. Será el más duradero y estable en toda nuestra vida. Podremos tener 60 o más años y nos seguiremos considerando hijos del ser que nos trajo al mundo y nos enseñó a caminar por él.
1- El primer amor del noviazgo. Ya sea que resultase o no ser la pareja que hoy tienes.
Es una experiencia vital de encuentro entre dos almas gemelas o complementarias que por un tiempo o por todo el resto de la vida se sintieron el uno para el otro. Experiencia que está viva en nuestra conciencia y en nuestra sensibilidad.
2- La primera relación sexual. Con quien hoy es tu mujer o marido o con quien un día fue tu novia o novio o en otra situación amatoria.
Esta experiencia tiene un impacto sensual, sensible y emocional difícil de olvidar y a menudo de revivir
3- La boda de matrimonio y la luna de miel. Sin importar dónde fue esa lunada mielosa y emocionante: en el viejo continente, en el nuevo o en Panchimalco. Algunos necesitan ir muy lejos para vivir esta impactante experiencia , otros la viven y la reviven a menudo en su propio hogar, que es donde más rica sabe. Supongo…
Felices los que iniciaron su primera experiencia sexual en la luna de miel. Es cuando la miel sabe más rica., porque es donación total y preparada con el sacrificio de muchos años de dominio personal.
5-El primer amor espiritual. En la vivencia de la experiencia de Dios.
¿Cuándo ha podido ser ese primer amor y enamoramiento de Dios?
¿En qué momentos importantes de nuestra vida cristiana ha podido darse?
- Primera comunión? - Confirmación? – Sacramento del matrimonio? –
- Una enfermedad? – La muerte de un ser querido? – Un gran triunfo personal o profesional? –
- Un encuentro con el Señor en un retiro de Encuentros conyugales, de fraternidades, en el seno de tu propia fraternidad?
- O NO HAS EXPERIMENTADO TODAVIA LA EXPERIENCIA DE DIOS EN TU VIDA?
- Si no lo has experimentado y vives, tampoco lo podrás anunciar.
- Si ya lo has experimentado y vives, no podrás dejar de anunciarlo.
- Si amas a a tu esposo/a hijos/as, no podrás menos de manifestárselo con hechos.
- Si no los amas, no podrás tampoco disimular tu frialdad e indiferencia.
- LA UNICA MANERA DE ANUNCIAR A JESUS ES VIVIRLO EN TU CORAZON.
