lunes, 18 de julio de 2011

Rincón de la Familia Marista

          LA VOCACION LAICAL MARISTA - TESTIMONIOS DE LAICOS MARISTAS
1- HABLABAN SIEMPRE DE "FAMILIA MARISTA".
 La primera cosa que me llamó la atención cuando tuve la oportunidad de conocer una comunidad marista fue el estilo de acogida con que se recibía a las personas, y cómo me recibieron a mí concretamente. Hablaban siempre de "familia marista" y eso sonaba grato a mi corazón. La cautivadora imagen de la Buena Madre, la que acoge y guarda a todos, se convirtió para mí en el signo de reunión de todos en torno a la mesa de la Eucaristía.
Yo no entendía bien lo que era ser marista, pero veía en ello algo diferente. No se trataba exactamente de la educación, sino del estilo de acoger, de la forma de tratar y considerar a las personas, de la manera de sentir el amor de Dios y de desear que los demás también se sintiesen amados por El. (Brasil).

2-SER RECIBIDA EN SU CASA, UN PRIVILEGIO.
Ser recibida por los hermanos en su propia casa es para mí un privilegio.Enseguida me siento a gusto, en familia y me encanta su sencillez y su sentido del humor. Los hermanos tienen también el sentido de la fiesta. Aprecio los ratos de oración con ellos. (Canadá)

3-  ALREDEDOR DE LA HOGUERA.
Me cautivó la sencillez y la calidez de las relaciones de los hermanos... Para mí fue como llegar muerta de frío a un lugar y qeu te abran un espacio dentro del grupo, alrededor de la hoguera... Me sentí acogida y en poco tiempo era una más de la familia. (El Salvador).

4- PALABRA CLAVE: COMPARTIR.
La vida marista, entre otras maneras, podría resumirse para mí con la palabra COMPARTIR. Compartir vida, sueños, esperanzas, expectativas. (Brasil).

5- COMPROMISO DE VIDA DE LOS HERMANOS.
La atracción que yo sentía estaba ligada al compromiso de vida de los hermanos, su preocupación por el prójimo en general y su disponibilidad a implicarse en las vidas de los jóvenes. Concretamente ese contacto tenía menos que ver con las materias de clase, que con la relación a través de las actividades deportivas, convivencias y festivales. Era en esos momentos cuando yo experimentaba la humanidad y generosidad de espíritu de los hermanos. (Australia).

6- LOS HERMANOS ANCIANOS Y ENFERMOS, PILARES DEL INSTITUTO.
Siento que los hermanos de las residencias de ancianos de cualquier lugar, con edades avanzadas, permanecen vivos, entusiastas y fecundos. Visitarlos, escucharlos, tenerlos en nuestras actividades pastorales es "beber agua de la fuente", fuente que continúa manando sabiduría, humildad y coraje. En la comunidad encontramos reunidos a los hermanos que diero su vida por la educación y la misión marista. Con sabiduría transforman el reto de las enfermedades y sufrimientos en santidad.Muchas veces, con la sonrisa nos enseñan  a dejar a Dios trabajar en nosotros, por la docilidad del Espíritu Santo. (Cualquier residencia de ancianos del mundo marista).

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